EVOCACIÓN HUARALINA (Poema)
Autor: Lic. Eleodoro Oria Cuadros
…… años ¡Cómo han pasado!
….. años ¡Y no has envejecido!
Recuerdo tus calles y caseríos,
polvorientos de tu infancia
a tu gente hospitalaria y generosa.
…. años ¡Huaral! ¡Cómo has cambiado!
Tu Plaza de Armas, corazón con venas,
1890, pampón rodeado de portales,
¡Cómo olvidar, la de Manuel Risco, el
amoroso.
Tu iglesia santa, hogar de tus fieles
Las casas huertas perfumadas a
frutales.
La Bajadita, piscina de tu época;
lugar de baño para niños y
adolescentes
para nadadores con vestimenta del
Adán bíblico,
Seguramente: Luis Colán, Carlos Mora,
Jorge Montalvo…
Hombres de acero, corazón de bondad.
Huaral de ayer ¡Cómo te añoro!
La Huaquilla: ¡Qué Huaquilla!
Lugar bendito del Santo Madero,
cristianos fieles, gente humilde muy
laboriosa.
Imposible olvidar a la familia
Alcalde, Hurtado,
Rojas “El panadero”, silbato en
cuello sació tu hambre.
“Estudiantes La Huaquilla”, de los
palomillas serios
como Rómulo Alcalde, el Pedrito
huaquillano.
¡Cuántas jornadas saltamos de
alegría! Ra ra Huaquilla. Huaquilla…
en tu cerrito acaramelado, de
piedrecillas multicolores.
Naturales ¡Mi Naturales! Edén de
ayer,
despensa de frutas, para propios y
extraños.
Tus nisperales, confites sagrados de
pura miel.
Tus guayabales, pan nuestro de cada
día,
“mocosos” y adultos ¡Cuánto comieron!
Calmaron su hambre, alegrando a los
dueños:
Colán Huapalla. “El abanderado
incansable”,
“El cholo Uribe”; ¡Palomilla de ayer!
Ejemplos humanos, que no tendrán fin.
Tu Cerrito del Estanque, “ascensor
natural”,
juntito a Dios, mirábamos tus
dominios:
Esquivel, de las naranjas color a
vida.
Jesús del Valle, blanquearse con sus
algodonales.
Huando, vistiéndose la camiseta
verde.
Retes, jardín de la vainita, con
Monín Reyes y su tronco móvil.
Un gallinazo doméstico acompañaba
nuestro recorrido visual,
Mientras unos niños nadaban en tu
laguna, ¡Mar de agua sin sal!
Huaral ¡121 años! Sigues vivo como
ayer.
Allí nada más por ahora. Espera,
escucha estas últimas evocaciones.
Era un día de clase, el Jaujino
Andrés Mármol estaba en la puerta,
corre, o nos cae- ¡Maestro de ayer!
¡Nunca muerto!
Corrían “mocositos” luciendo sus
mandiles: Subauste del Río,
estaba de pie en el 421 ¡Educador que
vive, en cada corazón huaralino!
Germán Menacho Alpiste, en la puerta
de su Salvador del Solar
esperando a sus traviesos, que hoy lo
saben honrar.
Clara Nichos Mansilla, esperando a
sus niñas. ¡Sonó la campana!
Es hora de correr, gritarían las hoy
señoras, que la supieron amar.
Los Pata Negra, pintados con betún
natural,
poblaron Camal Viejo, dando colorido
a tu población.
¡Alianza Huaral! Equipo de
embetunados,
te amaron tanto, como se ama de
verdad,
Soria, siempre risueño, maestro de la
redonda,
fuera de tus fronteras, “El Mensajero
del balompié”.
Ahí me quedo, no sigo más, soy
humano,
tengo corazón, las lágrimas me
impiden continuar.
Perdón a quienes los olvido, perdón a
San Juan Bautista,
creo en él, fuera y dentro de la
iglesia, como creo en ti
Huaral pueblo hospitalario; que das
el pan
y nunca quitas. Que das posada, y
jamás deshojas.
Por eso te amaron, los que hoy
descansan.
Por todo te amarán, los que siguen en
pie de lucha.
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Rebeca Peña, quien desde hace muchos años radica en Italia, lo difundió en FB.
El autor de este poema, es un poeta y maestro huaralino, que nació en Rauma, distrito de Sumbilca, Provincia de Huaral (capital de la agricultura). Para quienes son jóvenes debo darles a conocer que muchos de los pueblos y distritos de Huaral, antes del 11 de mayo de 1976 (fecha en la cual mediante Ley Nº 21488 se creó la Provincia de Huaral) pertenecían a neustra provincia de Canta, en particular Rauma y Sumbilca.
Que emotiva composición literaria...pleno de emoción, de recuerdos, de añoranzas por su lejano Huaral...Muy bonito poema...
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