QUIPAN, EL AGUA PROBLEMA ANTIGUO - Historias (Primera parte)

Autor: JESUS D. ZAVALA ZAVALA 

En los años que he vivido, en Ama, siempre ha sido la preocupación de todos, el agua, insuficiente para la agricultura, poca lluvia, escasez de pastos para los animales, fue motivo para emigrar y dejar Ama donde nací en 1945, en 1963 me retire, en el 2004 regrese de visita, donde antes era un caserío floreciente encontré todo en ruinas, mudo testigo de un pasado mejor solo existía la capilla y la bodeguita del Sr. Manuel Vega, todo destruido.

La historia que voy a narrar está ligada ¡al agua!

Todo el año desde el mes de agosto, hasta que llueva y llegue el primer repunte o huaico, se recorre el agua de las tomas de acequias de los marqueños y también de los quipanistos que tienen su propiedad en esos lugares.

Tenia de 12 a 13 años, en esa época mi hermano mayor por 5 años su brazo derecho de mi padre, migro a Lima para labrarse un futuro mejor, y quede yo en su reemplazo quiera o no a entrar a la raya como yunta nueva, a hacer las labores que él desempeñaba, gañan, lampero, sembrador, regador y lo más difícil recorrer el agua desde el lindero de Marco viajar al lomo de bestia 6 horas por un camino inhóspito y accidentado, toda la ruta va por el borde del rio en partes con precipicios peligrosos, llegar hasta la ultima toma cerca de Allauqui ¨Yreycha¨ y a la 6 de la tarde botar el agua y regresar ya en la noche, el agua llega a Ama al día siguiente, si es que nadie interrumpe su cauce.

Teníamos una mulita muy pequeña tamaño de un burro, era arisca y muy fuerte con ella arábamos la chacra, era romana no de Roma – Italia, sino que se denomina así a las crías del caballo en una burra, lo normal es burro, hechor y yegua.

Mi hermano me había recomendado que si yo no dominaba a la mula estaba perdido, la mula tiene carácter de mujer con menopausia decía Don Alberto Estacio, tienes que doblegarlo, él era nuestro vecino en Ama, él fue testigo cuando la mula tumbó al cura Lanzani en Quipaylla, viajaba a Marco a una fiesta patronal a decir misa, Don Alberto era propio para acompañar al cura, pobre cura llegó a Marco a pie y con la ropa mojada, la mula no paró hasta llegar a Pampacancha con toda montura ese lugar era su querencia.

Según nos contaba Albertito ¨Vaca¨ así era más conocido por su adicción a la coca, siempre paraba como la vaca rumiando o masticando su coquita, que el curita iba borracho jamoneandose de ser un buen jinete menospreciando a la mula por su tamaño, hasta que la mula entro en sus trece y patas arriba al curita Lanzani, era de madrugada nos contaba Don Alberto algo incomodó también a la mula, rebuznó fuerte, seguramente sintió a algún espíritu, porque en ese mismo lugar hacía  varios años que se llevo el huaico al postillón y a su hijo de 6 años,  así le llamaban antes a los que trabajaban en el servicio de correo, quiso ganar al huaico para pasar pero el caballo dudo un segundo y el agua les alcanzo, solo el caballo logro salir a 50 metros, nos contaba Don Alberto,  y de las victimas recogieron sus cadáveres a los días, a una distancia de 2 kilómetros del lugar del accidente.

Historia

Mi hermano me recomendó, ten cuidado en dos partes del camino cuando regreses en la noche, en el día no pasa nada, de regreso ya en la noche, cuando la mula esta de cerca a esos sitios se va a poner nerviosa, baja el ritmo de sus pasos y rebuzna fuerte, en ese momento dice: ¡Mula Carajo! ¡Animas de M… ¡no te debo nada déjame pasar y no jodas.

Yo no conocía esos lugares mi padre decía, la mula solo te va a llevar y así fue, llegue al lugar bote el agua y al regresa ya oscuro al salir de Huancuti, en un precipicio muy cerca del borde del rio faltando 50 mas o menos 50 metro la mula bajo el ritmo de sus pasos, cada vez que avanzaba menos y al llegar donde dicho señor se había suicidado lanzándose al rio, la mula rebuzno fuerte dos veces, en ese momento dije lo que mi hermano me había dicho y pasamos, yo con mis pelos que me imaginaba que estaban parados, mi sombrero no lo sentía en mi cabeza, y seguimos nuestro camino, la mulita patas para que te quiero, sin que le exija caminaba rápido.

El otro sitio al llegar a una quebrada honda, cabrapununa, creo que se llama en ese lugar se había accidentado una señora de Marco, que viajaba a su pueblo montada en una yegua, según me contaron llevaba un gato, seguramente el gato asustó a la yegua y cayeron al rio, animal y persona murieron, del gato no se supo nada, al llegar al sitio del accidente la mula hizo la misma morisqueta, yo de nuevo ¡Mula Carajo! Ya no tuve valor de decir ¡Animas de M…!, me puse a rezar el padre nuestro con los nervios hasta me olvidé lo que sigue.

Tanto misterio no sabía porque, le pregunte a Don Albertito porque él siempre iba a botar el agua contratado por todos los regantes, agarra valor me dijo al pasar, en Huancuti ha sucedido una tragedia pasional, en una pareja de esposos crimen y suicidio, por eso la mula ronca decía él ¨la palabra es rebuzna¨ para espantar a los espíritu en pena y nosotros los humanos tenemos que arengar al animal y ganarle al espíritu con palabras fuertes y si agarras temor puedes morir al instante botando espuma por la boca.

Cuando yo iba por esos lugares, hacía poco que había sucedido esa tragedia, de la marqueña ya había pasado varios años, a quedado en mi memoria como si el tiempo no pasara, muy difícil de olvidar.

Mi padre tenía voz de mando, en la segunda ve que iba a ir le dije, yo ya no voy tengo miedo, me contestó, si me dices de qué color es el miedo, ya no vas, como no supe que contestar tenia que ir quiera o no. Después perdí el temor la mula hacia la misma cantaleta y yo mandaba a la chochoca a los espíritus y pasábamos, y eso me ha servido en mis años de ganadero a no temer a nada solo a Dios.

Fotografía del comunero Santiago Guardamino 


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