AGUA POTABLE EN QUIPAN – 1ra Parte

Autor: Víctor Delgadillo Vilcachagua, julio 2020.

RESUMEN

El agua apta para consumo humano, es decir “Agua Potable”, en Quipan se consigue en todos sus manantiales, también del deshielo que discurre por las quebradas y hasta de las gotas de lluvia.

Allá en el año 1971 a los comuneros les iba siendo familiar la expresión “agua potable”, que suponía referirse al agua que correría por la red de tuberías directamente hasta los domicilios de los usuarios. Antes de esa fecha simplemente se escuchaba decir “Traer agua de la pila” que suponía el agua de la antigua fuente de Soncococha para consumo humano.

Como consecuencia de la sequía que afectó toda la zona entre los años 1970 – 1973 el agua potable disminuyó considerablemente al punto que la fuente de La Pila se secó.

En 1971 originó malestar y preocupación a los comuneros, pero también a los visitantes hijos de Quipan y extraños que viajaron a participar de la fiesta patronal de San Pedro y a las actividades deportivas que tradicionalmente se desarrolla en la festividad, pero no había agua para mitigar la sed o para asearse.

El malestar por falta de agua cundió en el sentimiento de muchos visitantes aquel mes de junio de 1971, lo que motivó que en un arranque de desconcierto, rebeldía y determinación de un grupo de quipaneños liderados por el profesor Moisés Estacio Campos, presentes en el campo deportivo, asintieron rotundamente la idea de conformar el “Comité pro – Agua Potable de Quipan”.

El Comité se instaló en Lima en setiembre de 1971 y su flamante directiva, tras una gestión de 3 años, consiguieron dotar al pueblo de Quipan un sistema de distribución de agua domiciliaria de hasta 500 conexiones. Desde el inicio del proyecto se sumaron las ideas y los esfuerzos de comuneros, hijos de Quipan con residencia fuera de la comunidad, las autoridades de Huamantanga, y del Estado mediante presupuestos del Ministerio de Salud; hasta la inauguración y entrega de la obra completa en octubre de 1974.

 1.- TRAER AGUA DE LA PILA - Condensado de “Quipanerias”, 2018, Shago

Transcurría el año 1973 y Quipan vivía la euforia con motivo del cambio hacia la modernidad y la comodidad, porque se estaban efectuando los trabajos e instalaciones de tuberías para dotar al pueblo del servicio de agua potable para cada domicilio.

Esto significaba también que “La Pila”, único surtidor de agua potable en la población, llegaba a sus últimos días, limitada además porque había disminuido considerablemente su volumen debido a la falta de lluvias consecuencia de la fuerte sequía de los últimos dos años.

La Pila era uno de los lugares emblemáticos de Quipan. Se mantenía operativo gracias a un Sistema de trabajo comunal en concordancia con los climas y estaciones; comprendía represamiento del agua de lluvias, canales de irrigación y siembra de agua; por el cual se dotaba agua potable a la fuente para abastecer a la población, al ganado y a la agricultura.

No hay referencias de cuándo se haya construido las paredes, el pilón, los cercos y la cruz. Probablemente vienen desde la época hispánica con aportes en la república.

El manantial parece tan antiguo como los Ayllus que estuvieron establecidos en esa zona, cada Ayllu cerca de un puquio. Entonces, relacionando con los actuales topónimos, el puquio de Soncococha (donde está la pila) fue utilizado por Shoncomarca, el de Otacocha por Pishcumarca, etc.

Pero también quedaron para la historia el espacio social que representaba La Pila: los niños íbamos con los porongos, las galoneras, empujando unas vetustas carretillas recicladas (chacladas) y pasábamos buen rato dedicados al chapoteo. Los jóvenes aprovechaban para lanzar miradas furtivas de amor o suspiros platónicos. Las señoras cargaban sus barriles y baldes, o el atado de la ropa, o el saco de maíz para pelar el mote, y también asistían a una cita para la actualización de los últimos chismes pueblerinos. Y las viejitas, algunas renegonas, con sus cantaritos de arcilla a la espalda, tal vez echando una mirada a sus recuerdos.

 2.- QUIPAN Y EL AGUA POTABLE - Condensado de “Momentos Libres: Quipan y el agua potable”, 2016, Moisés Estacio Campos

La sequía de los años 1970 a 1973, consideramos tal vez haya sido la más perjudicial para Quipán; este fenómeno se inició en 1970 con la ausencia de lluvias que motivó la limitación de los trabajos agrícolas, la escasez de forraje para el ganado, la falta de agua potable para la bebida de los pobladores y por consiguiente para los animales y plantas. El año siguiente se agudizó este problema al extremo que los pobladores comenzaron a emigrar a otros lugares huyendo de la sequía y lograr una mejor vida; algunos fueron a establecerse en las campiñas de Huacho, otros a Huaral, algunos a la selva y la mayor parte a la ciudad de Lima. Tal fue la emigración que se produjo, quedando reducida la población solamente a la tercera parte; al recorrer Quipán se observaba con sorpresa, innumerables casas cerradas, los pilones o surtidores de agua totalmente secos, las calles desoladas y sin la debida conservación o mantenimiento; este fenómeno era más notorio en horas del medio día ya que los pocos habitantes que aún se mantenían aferrados a la tierra, salían a tempranas horas a realizar sus trabajos en el campo y regresaban por la tarde; este era pues el resultado de la sequía.

Eran los días de la última semana de junio de 1971, días previos a la celebración de la festividad de San Pedro y San Pablo, Patrones de la Villa de Quipán (29 de junio); se advertía ya la presencia de numerosos vehículos de todo tipo que cargados de pasajeros hacían su retorno al pueblo, se trataba pues de aquellos hijos del lugar que habían salido buscando mejores horizontes y regresaban deseosos de confundirse con los suyos durante los días festivos del Santo Patrón.

Así, Quipán con este numeroso contingente de visitantes volvía a llenar sus calles de transeúntes, quienes alegres y bulliciosos hacían olvidar momentáneamente el fenómeno de la sequía. Ahora, durante los días de fiesta aparte de los actos religiosos, se realizaban otras actividades que eran amenizadas con bandas de músicos, las danzas costumbristas típicas del lugar, representaciones históricas (Historia de Carlo Magno) y programas deportivos.

El 30 de junio se desarrollaba en el campo deportivo un Campeonato Relámpago de Fútbol con la participación de varios equipos procedentes de Lima, Huaral, Chanchamayo y del lugar, luego de concluido dicho evento al promediar el medio día, los jugadores precisamente foráneos muy sedientos, fatigados y sudorosos reclamaba un poco de agua para aplacar su sed y refrescarse ignorando tal vez el problema de la sequía, pues el líquido elemento no se hizo presente no obstante encontrarse el campo deportivo a pocos metros de los pilones o surtidores de agua que brillaban por su sequedad. Ante este clamor e informados del motivo de la escasez de agua, muchos jugadores mal humorados y otros en son de burla optaron por refrescar su rostro, cabeza y cuello destapando algunas botellas de agua gaseosa.

Esta escena muy lamentable e ingrata por cierto para los hijos del lugar y particularmente para mí, hizo que me sintiera anímicamente muy mal, herido profundamente por este suceso, brotó en mi un acto de rebeldía y tomándole la presente escena como un reto, influí casi airadamente en el ánimo de mis acompañantes entre ellos algunos familiares que se encontraban en el acto. Resueltamente insistí que se debería buscar la solución al problema de escasez de agua potable. La respuesta no se dejó esperar, ante la pregunta que si podíamos unirnos para formar un Comité Pro-Agua Potable, los presentes respondieron al unísono un “SI” rotundo.

Así, el 30 de junio de 1971 en el campo deportivo de Quipán, nació la idea de organizarse para trabajar por el Agua Potable mediante un compromiso de honor.

El 9 de setiembre del citado año, reunidos en un domicilio particular numerosos hijos de Quipán y, en Asamblea Extraordinaria, se organizó el Comité Pro-Agua Potable con sede en Lima, cuya directiva quedó conformada de la siguiente manera:

Presidente………….. Moisés Estacio Campos

Vice-Presidente……. Julio L. Zavala Delgadillo

Secretario………….. César Rojas Guardamino

Pro-secretario……… Ángel Cáceres Buitrón

Tesorero…………… José Cáceres Buitrón

1er. Pro-Tesorero…. Abel Estacio Venturo

2do. Pro-Tesorero…. Alfredo Mosquera Villarreal

Sec. De Relaciones… Carlos Campos Orellana

Fiscal………………. Honorato García Delgadillo

Vocal………………. José Delgadillo Santos

Vocal………………. David Santos Santos

Vocal………………. Lucelvina Campos Zavala

Vocal………………. Julia Cáceres de Sánchez

Vocal………………. Aníbal Campos Guardamino

Vocal………………. Elías Zavala Pascual

Socios Honorarios…. Genaro Zavala Pascual, Teodoro Estacio Campos y otros que apoyaron decididamente la gestión.

(Continuará....)

Comentarios

  1. Que interesante tema del afua potable en Quipan...

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  2. Gracias Víctor Delgadillo Vilcachagua por este trabajo informativo e interesante. Recordando el dicho “si quieres ser bien servido, sírvete tu mismo”, la actitud de quienes al ver una necesidad no dudaron en trabajar por resolver esa necesidad nos indica que cuando se quiere se puede. Indican igualmente el amor de aquellas personas a nuestro suelo natal.

    A propósito de las fotografías de “la pila”, ¿cómo no recordar con cariño y nostalgia la actividad que teníamos, “traer agua de la pila”, una actividad en que de niños colaborábamos con nuestras familias. Cuantos recuerdos llegan a la mente de esos momentos en que con nuestra vasija en mano íbamos a traer el agua, para en el camino encontrarnos con amigos y compartir un juego como intervalo de nuestra tarea.

    Un saludo a todos los miembros del “Comité pro Agua Potable de Quipán” quienes participaron en este magnífico trabajo en bien de nuestro querido pueblo. Gracias por el trabajo que hicieron en aquellos días y gracias por hacernos conocer de ello. Un fuerte abrazo.

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